domingo, 4 de octubre de 2009

Sumision (como union irrefrenable)

Aquí me tienes sometido, como tantas veces en la vida, como el río al agua, como la montaña a la nieve. Tú me necesitas, yo te necesito, ambos nos necesitamos. Aunque no nos querramos estaremos hasta la muerte, con la soledad y los instintos tambien, testigos incondicionales de nuestro amor. Tú que estuviste desde los tiempos más remotos y hoy en la actualidad revives como el fuego día a día. Ese fuego eterno del cual siempre estaremos quemados. Somos solo llamas formando fuego, y luego seremos cenizas, y otras llamas formando fuego, y otras cenizas, asi se formo el mundo y asi acabara junto a ti, junto a mi...

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