Recorrer tu silueta, contornear tus pechos desnudos, jugar con tu pelo, enredarlo en mis manos, besar tu cuello infinito, proclamar a tu oído el amor que siento por ti bajar por tu cadera apreciando el bello arte que ella despliega, contemplándola desde sus adentro, palparla hasta que mis manos formen un solo cuerpo. Fusionemos nuestros cuerpos, sintamos el ferviente deseo de ser uno y ser todos.
Que el aceite resbale sobre tu cuerpo, y la hoguera encendida reclame sus leños, que el calor arremeta tus entrañas, que la huida de la desesperanza se pierda en ti y que seamos uno.