Dioses benditos, mi alma se aferra hora a hora a una incertidumbre asesina llamada futuro,la cual acecha cual titiritero a su titere.
no sabiendo nunca su destino final.
destino elegante,
destino ruin,
destino malicioso,
destino maltrecho.
¡¡oh, dios sagrado!! mi sombra ataca, sombra que marca el pasado de un presente miserable y efìmero.
Que los soles veraniegos alumbren una actualidad embardunada de tormenta y tempestad y sequìa.
Sol santo,
sol glorioso,
sol magnifico
te encuentro tan lejos y a la vez tan cerca, como el puerto de marinero anidando la ilusion de una mañana de arribo.
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