lunes, 28 de mayo de 2012


Dos ojos de lucero inspiran mi futuro, renuevan mis ilusiones e intervienen en mis sentidos.

Vuelo sobre el aire, la brisa asoma y me eleva al cielo infinito, reposando sobre la libertad me reencuetro con mi ser, brillando nos fortalecemos y festejamos nuestro reencuentro esperado.
Tú me tomas de la mano, adivinas mi deseo, me encierras entre tus brazos y apaciguas las aguas turbias de mi mente maniatica y peligrosa.

Con tu boca añades el nectar de la compañía y el amor rodea tu sombra.  Te retuerces sobre mi cuerpo palido y desatas el caos frenetico del sexo, alivias la existencia tragica y juntos nos sometemos a la locura del dos para uno.

domingo, 15 de abril de 2012

Día a día

Hoy te encuentro tan sutil por la mañana, despertando al aire con tus risas, tendiéndole la mano al sol, te encuentro radiante y pura.

Por las noches bebo de tu sabia, me regocijos con tus ideas, vuelvo a estar contigo y conmigo. Me relajo a tus caricias, mi pelo flota sobre tu piel que se agita como una enamorada encendida, y la sabia naturaleza me hace oír tu suspiro de enamorada, y tu silencio significa más que un te amo.

Falta tiempo cuando estoy junto a ti, los segundos se vuelven horas, envejezco junto a ti, somos almas inmortales, somos frutos del amor ideal, del amor eterno, del amor puro, del éxtasis entre dos seres humanos, de la muerte pasiva del deseo y el nacimiento del hecho.

domingo, 4 de marzo de 2012

Reflexiones aisladas

  • De manifiesta evidencia se cubren ambos cuerpos de perdones y pecados, de sometimiento y furia.

  • La tortura acecha infraganti en los aspectos cotidianos, la amargura desencadena la ira insostenible volviéndola locura.

  • Los lazos sociales se desvanecen ante la presencia eterna e inmortal del ser-alma.

lunes, 16 de enero de 2012

Hacia el futuro

Los proyectos avanzan a paso firme en su cauce, flotando y transportándolos por aquella ola inmensa, majestuosa y sentimental de grandeza que una vez supimos crear.

Juntos, entremezclando la locura y el deseo, construimos nuestra embarcación, arribando a puerto esperanza y arrojando anclas al lecho furtivo e inocente de nuestras vidas.

Viviremos por siempre en esta grandiosa y eterna aventura llamada amor.

jueves, 27 de octubre de 2011

Entes Sociales

Lugar de ilusiones encontradas en el espacio infinito, nuestro sitio alabado por el deseo y el amor sumerge nuestro ser en alegría y algarabía. Empapados huyen nuestros cuerpos librándose de la escoria llamada sociedad que salpica y ensucia nuestra conciencia, desplazando la naturaleza sabia y divina, transformándola en ente de consumo sin ideología.

Humanos nos gritan, claman nuestros nombres los muertos del día a día, una y otra vez regocijándose en su lecho llamado rutina, expectantes para ser vistos y destellando una sonrisa pasajera y superficial, imitando la cordialidad jamás heredada.

Ellos vacilan, fingen estar asustados. La muerte los acecha infraganti, se ocultan en las sombras de las edificaciones y muros, simulan ser rehenes de los males actuales y la paranoia colectiva.

viernes, 19 de agosto de 2011

Azul - por tina.

Frente a mí el inmenso azul del cielo, infinito, hermoso, profundo y resplandeciente cielo. En mis manos sentía el cosquilleo del césped sobre el cual yo yacía, el perfume de las flores mezcladas con el aroma de la tierra mojada me embriagaban, sumiéndome en un éxtasis absoluto. Mi calma finalizo cuando en el cielo enormes nubes de tormenta apagaron al sol, logrando así, que me hundiera en la oscuridad y a lo lejos, muy a lo lejos, se oía un penetrante pitido, intermitente e insufrible, que aumentaba progresivamente hasta sentirlo dentro de mí, era de mí de donde provenía aquel estremecedor sonido.

Entonces abrí mis ojos y allí estaba en mi pequeña habitación, arroje el despertador hacia una esquina llena de ropa sucia y allí entre el desorden murió su infernal llamado. Las tres de la tarde marcaba mi teléfono, podría seguir en la cama pensé, tal vez si volvía a dormir retornaría a aquel hermosos paraje, pero mi cuerpo pedía a gritos algo de verticalidad. Me levante de la cama y al pararme sentí como si miles de luces se prendieran ante mis ojos dejándome momentáneamente en un estado de ceguera, que se desvaneció rápidamente. Me dirigí hacia la puerta pateando a mi paso, toda la basura que había en el suelo, desde cajas de cartón hasta zapatos. Una vez fuera de la habitación me dirigí al baño, allí me plante ante el espejo para así observar detenidamente el caos en mi rostro, pequeñas líneas rojas surcaban la mitad derecha de el, en un destello de locura pensé si marcarían el camino de regreso a aquel lugar, pero no, solo eran el remanente de horas y horas de sueño. Allí en la soledad del baño me pregunte ¿ahora qué?, podría ir a la cocina a comer algo, podría, pero sabía que no lo iba a hacer, m e dirigí hacia el sillón y prendí la televisión.

Podía pasar horas eternas en el limbo del entretenimiento barato, pero ¿estaba yo ahí?, mi mente vagaba entre el mundo de la imagen y el color, entre los anuncios y los carteles de colores, entre los cero kilómetros y los perfumes.

Mire por la ventana, solo un edificio y allá arriba en la esquina superior derecha un pequeño jirón de cielo. Me permití soñar con salir volando y fundirme con el azul, ser parte de todo y ser la nada, que me permitiera viajar, ser luz surcando el infinito o ser una palabra que viaje de boca en boca incendiando el alma de quien me pronunciara. Entonces una luz se prendió dentro de mi pecho, una pequeña luz como la de un árbol de navidad. Y pensé en salir, en correr.

Me vestí con lo primero que encontré a mi paso y salí de casa. En la calle vi el mundo como nunca antes lo había visto, las personas eran grises sin colores, eran marionetas y de sus extremidades salían hilos casi invisibles que subían hacia el infinito. Camine entre ellos como tantas veces antes lo había hecho, sentía la opresión en el pecho, y el dolor en mis manos de las cuales colgaban rotos hilos finos como cabellos, algunos seguían tirantes y me hacían lento el caminar, pero corrí, grite y corrí, poniendo espacio entre mi pasado y yo, corrí hasta que la presión que antes sentía en mi cuerpo desapareció cuando todos los hilos fueron cortados. Seguí corriendo cada vez más rápido, hasta que remonte vuelo y por fin me fundí con el azul del cielo.

Para mi musa

Eterna compañera de ilusiones y fantasías, perturbadora y melancólica amante de encuentros fugaces, compulsivos y frenéticos. El son de tus caderas al compas de mi danza macabra vuelve frenético y compulsivo hasta al más calmo.

El sentir de los alborotados tambores reviviendo lentamente a los muertos, que revolcándose en su lecho, anuncia nuestro destino sincero, el que en un día gris y lluvioso marco la nueva era.